Sigo el camino que dicta mi destino. Buscando compañeros de viaje, entrando y saliendo de la locura, encerrado en un bosque de pena y dolor, deseando ver la luz del Sol.
jueves, 5 de diciembre de 2013
Sueños (1)
Últimamente no consigo conciliar bien el sueño.
Las noches que puedo dormir, sueños de lo mas extraños llenan mi mente. Se los he contado a personas de confianza y ninguna ha conseguido explicarme que significan o por qué los tengo.
He decidido escribir todos los sueños que tengo y publicarlos para que aquellas personas que puedan tener alguna idea me ayuden.
Empezamos con uno al que llamo: "La melodía del fin":
Me encuentro en un lugar bastante alto, puedo ver las nubes por debajo mía como una enorme manta blanca que lo cubre todo, solo puedo ver las nubes y un impecable cielo azul claro.
Estoy sentada en una gran roca de espaldas al Sol. Las vistas son maravillosas, me podría quedar horas y horas contemplando esta estampa y no me cansaría nunca. Todo inspira tranquilidad y armonía, es la primera vez que me siento tan relajada y tan viva.
No se cuanto tiempo llevo sentada contemplando esta imagen, se me ha ido la noción del tiempo por completo, pero ahora estoy empezando a sentir como la roca en la que estoy sentada esta vibrando. No solo es la roca, el propio aire esta cambiando, es una sensación diferente a las demás. Un escalofrío me recorre la espalda, algo esta pasando a lo lejos. Me levanto sobresaltada,
en un punto muy alejado de donde estoy, las nubes han comenzado a girar formando una especie de vórtice. No puedo evitar estremecerme ante tal visión. No se lo que esta pasando, pero no me gusta nada, empiezo a tener miedo.
Una figura de color blanco se alza entre el hueco formado en las nubes. Aquel ser, si se le puede llamar así, extendió sus brazos y comenzó a palpar las nubes, no podía dar crédito a lo que veían mis ojos, las nubes se llenaban de colores mágicos al ser tocadas rítmicamente por las inmensas manos del ser gigantesco.
La presión del entorno fue aumentando mas y mas y el gigante no paraba de golpear las nubes con sus poderosas manos, aquello era digno de ver, te hipnotizaba, te arrastraba, te intimidaba...
Casi sin darme cuenta, comencé a avanzar sin caer en la cuenta de que estaba llegando al principio de la masa de nubes. El ser seguía con su hipnotizante función, las nubes se llenaban de colores mágicos, lo que antes era una masa blanca, ahora estaba lleno de colores jamas vistos. De improvisto el coloso golpeo las nubes con tanta fuerza que las partió, dejando entrever lo que había debajo: puro caos y destrucción.
La tierra ardía, rayos salidos de las nubes quebraban la tierra, los mares y océanos desaparecían... la vida se apagaba. Y yo me precipitaba al vacío, directa hacía el suelo. Directa a un mundo que daba su último aliento.
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