El viento soplaba fuerte, eso permitía que los olores y sonidos se disipasen y así darle mas ventaja para poder esconderse. Tenía que moverse rápido, a pesar de tener la ayuda del viento, los perros no tardarían en encontrarla dada su condición. Tenía una herida en el brazo izquierdo que le impedía moverlo, estaba descalza y no había comido desde hace 2 días, el cansancio empezaba a mermar sus esperanzas de sobrevivir. Le darían caza muy pronto, tenía que pensar algo rápido, alguna estratagema para salir de esa situación.
Los ladridos de los perros se escuchaban cada vez mas próximos, estaban muy cerca, su única opción era correr a un bosque cercano. Pero la idea de adentrarse en ese bosque le hacía debatirse, ese bosque estaba encantado, o eso decían los demás habitantes de la aldea, puede que solo fuesen rumores pero se decía que en ese bosque vivía una "bruja" que usaba su magia para atrapar las almas de las personas por medio de una canción, decían que al caer la noche se podía ver a una chica joven vestida de rojo adentrándose en la espesura de los arboles entonando una canción. Pero era eso o ser apresada por las fuertes mandíbulas de los perros y arrastrada ante una multitud que solo querían verla morir.
Hizo acopio de todas las energías que le quedaban y salio corriendo dirección al bosque. No llevaba ni 5 metros cuando una jauría de 6 perros salio tras ella. No tardarían en alcanzarla, pero el instinto de supervivencia en situaciones como esta pueden llegar a darnos una preciosa oportunidad.
Corrió todo lo que le permitieron sus piernas, cansadas y magulladas hacía el bosque. Había cruzado la primera línea de arboles cuando uno de los perros logro alcanzarla, hinco su mandíbula en la pierna haciéndola gritar de dolor. Como una muñeca de trapo cayo al suelo, los demás perros no tardaron en acercarse y rodearla, mostraban entre gruñidos, unos amenazadores dientes que no dudarían en acabar con su vida. Su brazo dolorido y ahora su pierna herida y sangrante impedían que opusiese resistencia, de todas formas ¿Qué podría hacer ella contra una jauría asesina?
Desesperada intento levantarse y seguir corriendo, se negaba a admitir que ese fuese su fin, pero uno de los perros se le echo encima y no se pudo mover, estaba rodeada, pronto acabaría todo para ella.
Su vida no había sido sencilla, siempre había trabajado duro para sobrevivir, y ahora todo acabaría por la inmoralidad y la ignorancia de otros.
Estaba dispuesta a dejarse matar por los perros, cuando una canción empezó a sonar. Era como una nana usada para adormecer a los niños, la voz cantante se escuchaba nítida, como si la estuviesen cantando al lado, los perros empezaron a moverse nerviosos y a ladrar dirección al interior del bosque.
La canción seguía, y poco a poco los párpados de la joven fueron cerrándose para entrar en un profundo sueño.
Lo último que vio, fue a una figura de rojo pasando al lado suya, daba la impresión de que no tacaba el suelo, como si fuese un fantasma.
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