domingo, 8 de diciembre de 2013

Desdichada Lucy.

El viento trae consigo tu perfume, la luz del Sol hace que tu sonrisa sea mas deslumbrante si cabe, busco tu mirada, dulce y llena de secretos, me acerco a ti, despacio, jugando con el tiempo, me tocas el brazo, noto como se me pone la piel de gallina de la excitación, solo me pasa contigo, solo tú consigues hacerme sentir así. Intento besar tus labios, pero esquivas los mios. Me miras, divertido, sabes que eso me molesta pero al ver tu sonrisa, tu mirada cómplice, disfruto con ello. Ahora eres tú quien se acerca, intento devolverte la jugada pero no puedo, tus labios son mas fuertes que yo y acabo besándolos, lo hago con suavidad, con miedo, pienso que si doy rienda suelta a mi placer puedo hacerte daño, pero eres tú quien se suelta el pelo y no se corta. Se que eres apasionado, se que tienes un lado que nadie a visto nunca y ahora lo estas mostrando.
Nuestros corazones laten con fuerza, nuestras respiraciones suenan entrecortadas, mis manos te sujetan con firmeza, todo es fruto del momento... Soy felicidad pura, no hay nada que pueda estropearnos este magnifico instante, me duele la boca de sonreír pero me da igual, soy feliz contigo, estamos juntos, es lo que importa. Pongo la cabeza contra tu pecho, estoy cansada pero no me importa, estas a mi lado, solo con eso me doy por satisfecha. Poco a poco me voy quedando dormida sobre ti, imaginándome como sería todo si estuviésemos juntos...
Poco a poco, me voy quedando dormida, sola en la cama, imaginando que pasaría si te hubiese dicho que te quería y no te hubiese abandonado a tu suerte por un estúpido capricho.
Ahora él te tiene y yo estoy sola, como siempre.

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