Juguemos a un juego, es divertido y ejercitas la mente. Coge un moneda que no sea muy pequeña, con una de 20 cent te valdría.
Bien, cuando la tengas piensa en algo y lanzadla.
Yo primero:
-Cara: Salgo de mi casa.
-Cruz: Me encierro y desconecto del mundo.
¿A que es sencillo? Es una opción u otra. O salgo o me quedo. Cara o Cruz.
Que también podría decir que si sale Cruz y no me conviene no lo haría, "capacidad de decisión".
Os pongo otro ejemplo:
-Cara: quiero conocer a una persona, me atrae, me gustaría ser su amiga, pero es que hay algo más... voy a ver que pasa, le voy a hablar.
-Cruz: Me parece buena persona, seguro que me divierto con ella, pero "yo no estoy viva, solo soy una historia", seguiré como hasta ahora.
Sale Cruz pero hago lo que dice Cara...
La opción mas viable no es la mas indicada. Pero aun así son experiencias que pasamos.
Con todo esto quiero decir que todo lo que hacemos no es cuestión de suerte, aunque es un factor significativo, si no de saber como actuar en cada momento, saber elegir bien, porque una mala elección puede desbaratarnos todo.
Suena irónico que alguien como yo, que tiene muy mala suerte con todo, que no sabe decidir y para las relaciones interpersonales es una inútil, de consejos de este tipo...
Pero si no soy yo, ¿Quíen? ¿Un psicólogo?
Corre, corre, que contra mas llena tengas la cartera mas te escuchara y te ayudara.
Yo seguiré jugando a Cara o Cruz, esperando a que la suerte me sonría.
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