martes, 25 de marzo de 2014

Welcome

Estaba tumbado junto a una hogera, observando el cielo sin estrellas, no corría brisa alguna, junto a mí Lucy se entretenía con un pájaro, el cual no podía volar, tenía un ala rota, pobre. No paraba de darle con un palo haciendo que este diese saltitos inútilmente intentaba huir de su torturadora.

-¿Te gusta hacerlo sufrir?

+¿Sufrir? ¿Quien dice que sufra?-respondió sin mirarme.

-¿Te gustaría que te rompiese un brazo y después te diese patadas?

+¿Serias capaz de hacertelo a ti mismo?

Calle. Era obvio que no.

+Me lo temía. Dejame en paz y sigue con lo tuyo.

Cuando se ponía así era mejor dejarla, no tenía sentido hacerla entrar en razón, no lo haría. Me levante de donde estaba y me alejé en silencio, ella no me lo impidió, sabía que lo necesitaba, últimamente era lo que mas deseaba, sólo pensaba en alejarme lo mas lejos posible de aquel lugar.. ya estaba cansado, siempre lo mismo, me aburria hasta de mi mismo.

Paseando por el bosque de tristeza llegue a claro, en él pude ver como una chica entre sollozos subía por las ramas de un árbol solitario, llebaba una cuerda atada a su cuello, no paraba de decir:

-"Eres gorda, eres inútil, nadie te quiere, estas llena de cortes, eres un error, no sirves para nada, sólo sabes hacer sufrir a los demás".. - después de eso se tiro del árbol.

Un chasquido de su cuello al romperse y después silencio. Una única lágrima cayó por mi mejilla, un único pensamiento: "otro más que se va para no volver". En este lugar eso es algo cotidiano, puedes encontrar cuerpos mutilados, colgados o ahogados en pozos de aguas amargas, son muchos los. que desean dejar de vivir y otros muchos los que llegan ha hacerlo realidad, yo sería uno de ellos si no fuese que por cada vez que lo intento aparece ella para impedirlo. Si yo muero ella lo hace conmigo, pero claro, soy yo quieb siente el dolor, ella sólo lo provoca.

Abandone el lugar, dejando el cuerpo balanceandose inerte. Estaba cansado, siempre igual, siempre la misma historia, cuando acabaría toda esta mierda.

+Nunca -dijo una voz a mi espalda.

Al darme la vuelta estaba allí, detrás de un árbol, observandome con esos ojos verdes, mirando en mi interior, desmontando cada idea, cada rincón de mi ser.

-¿Puedes dejar de hacer eso? -dije, acercandome hasta donde se encontraba.

+¿Hacer qué? Sólo te estoy mirando.

Suspire.

-Dejalo Lucy... volvamos a casa.

Me dispuse a seguir andandando, de vuelta a ese infierno llamado hogar, mi brazo sangraba y cada vez me costaba más estar en pie. Pero algo paso, algo que nunca podría haber llegado a imaginar:

Los árboles se estremecieron, un fuerte viento empezo a soplar, feroz, trayendo consigo un sonido olvidado, era el dulce sonido de una campana, una campana de cristal. Alguien la estaba tocando, ¿quien podría ser? Una oleada de sentimientos y preguntas empezo ha hervir en mi interior, sin pensarlo, mis pies echaron a correr buscando el sonido de esa campana. No tarde mucho en encontrarlo, me conocía de memoria el bosque como para saber de donde procedía.

En un tronco del árbol que fue el más grande del bosque en su momento, había una joven con uns campana de cristal radiante, una capa de color rojo sangre cubría su cuerpo, su pelo de un blanco hueso olcultaba su rostro, no podía verle la cara, ya la había visto antes, pero no recordaba donde. Se dedicaba a dar golpecitos con uno de sus dedos en la campana, a cada tañido algo en mi interior golpeaba mi pecho deseando salir, lanzarse contra ella.

Uno, dos, tres... caí al suelo, inerte. Se hizo el silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario